La casa de Maruja es el infierno. Ella vive con su madrina, la cual tiene una fábrica en la misma casa, donde trabajan locos recogidos de la calle quienes sólo cobran con comida. En la fábrica, Maruja está cansada de su madrina. La odia porque la trata como a una esclava, no la deja salir y siempre le habla mal de su madre. No soporta más vivir en esa casa, donde los únicos que parecen comprender su soledad son los locos.
Alejandro es un joven que no pudo ser el boxeador que su padre soñó. Sin trabajo y nada que hacer, se metió a una pandilla. La primera treta fue: coger un loco de la calle, vendérselo a la señora de la fábrica, ver dónde guarda el dinero, y luego robárselo todo. La pandilla le encargó a Alejandro la misión.
Es entonces donde Maruja y Alejandro se conocen por esas coincidencias que sólo el destino puede preparar.


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