Extraña, parece un hombrecito, tiene 12 años y el pelo muy corto; trabaja con un grupo de chiquillos que, como ella, hacen lo que pueden: cantan en los micros, venden cigarrillos, cualquier cosa, no importa la hora, la noche es eterna.

A Juliana no le gustan los espejos, ve su imagen reflejada y se ve fea, no se reconoce. Como el resto de la pandilla, no sabe quién es, tampoco si habrá un mañana, pero lucha, grita y muerde si alguien intenta quitarle lo poco que tiene. En la misma línea de Gregorio, Chaski sigue la exploración del mundo de los niños que trabajan, huyen de sus casas a buscar el afecto y la solidaridad que no tienen. Los dos temas, “mujer” y “niñez”, se entrecruzan. Están el abandono, el autoritarismo de la sociedad y los conflictos de la familia. Pero sobre todo la creatividad y la fuerza de Juliana para luchar y sobrevivir.


Como son muchos los vídeos de los enlaces encontrados en YouTube, para evitar que la computadora se ponga lenta se dividieron en las siguientes partes: